viernes, 25 de enero de 2013

Raymond Chandler y el cine


Tras vender los derechos cinematográficos de Adiós, muñeca y La ventana siniestra, en 1943, Paramount contrata a Raymond Chandler (1888-1959) para escribir con Billy Wilder, una adaptación del relatoLiberty, de James M. Cain. El resultado es Perdición (Double Indemnity, 1944), dirigida por el propio Billy Wilder, que les vale una nominación para el Oscar al mejor guión del año.Por la susceptibilidad y la timidez de Chandler, admite con dificultad tanto el mal trato que reciben los guionistas de la época por parte de los productores, como las lógicas intervenciones del director de la película en su trabajo. Esta situación, que se repite regularmente en todas sus colaboraciones cinematográficas, le impide realizar un trabajo más continuo en el cine.
Esta experiencia hace que cuando en 1945 vende a Metro Goldwyn Mayer los derechos de La dama del lago, lo hace con la condición de escribir personalmente el guión. Vuelve a tener problemas con el productor. La versión que él escribe no es aceptada y se niega a firmar la que finalmente dirige Robert Montgomery, en 1946.El éxito de Perdición le permite firmar un contrato con Paramount para escribir los diálogos de El povernir es nuestro (And Now Tomorrow, 1944), dirigida por Irving Pichell, y de Misterio en la noche (The Useen, 1945), dirigida por Lewis Allen, y para escribir el guión de La dalia azul (1945), dirigida por George Marshall.
Warner le compra El sueño eterno, en 1945. Gracias al trabajo en el guión de William Faulkner y en la dirección de Howard Hawks, el resultado es la mejor de las adaptaciones cinematográficas de novelas suyas. En 1946 Universal le encarga un guión original. Acepta con la condición de poderlo escribir en su casa y no tener que aparecer por los estudios. Así nace Playback, que nunca se llega a convertir en película.
Rechaza numerosas propuestas para escribir para el cine y en 1950 admite la que le hace Warner para adaptar Strangers on a Train, de Patricia Highsmith, porque Alfred Hitchcock va a dirigirla. Empieza a escribir en su casa, pero las periódicas visitas de Hitchcock para ver cómo avanza el trabajo y discutirlo, vuelven a convertirse en un problema. No se entienden, no se llevan bien y el trabajo final es un guión que no gusta a Hitchcock, que hace revisar a otros guinistas y que da lugar a Extraños en un tren (1951), que Chandler detesta.
Playback
En 1953 Raymond Chandler, a los 65 años, tras el gran éxito alcanzado con El largo adiós, la mejor de sus obras, comienza a escribir la séptima y última de sus novelas, la más cinematográfica y la única que nunca ha sido llevada al cine. El punto de partida es el guión Playback, escrito en 1947 por encargo de Universal y que continúa inédito.
A pesar de su reducido número de páginas, tarda cinco años en escribir la novela. La explicación hay que buscarla en las circunstancias que vive durante esos años: en 1954 muere su mujer, poco después vende la casa de La Jolla, donde habían vivido los últimos años, y empieza una vida itinerante, entre Estados Unidos e Inglaterra, entregado a la bebida, enamorado de mujeres mucho más jóvenes que él y jalonada de intentos de suicidio.
Esto hace que en Playback, Philip Marlowe, el famoso detective protagonista de todas sus obras, se encuentre, como el propio Chandler, considerablemente envejecido y solitario y no frene, como tenía por costumbre, los avances sexuales de lasiovencitas de ojos azules con que regularmente se encuentra y que, incluso al final, se abra la posibilidad de una boda.
Por tanto, la anécdota, como siempre narrada en primera persona, empleando un estilo de claro origen cinematográfico y con el peculiar lenguaje de su autor, todavía más que otras veces, es una excusa para que Marlowe, el claro alter ego de Chandler, aparezca como un enamoradizo, quijotesco y romántico detective, más dispuesto a defender los intereses de la joven a quien le han encargado seguir que a descubrir la intriga que se cierne a su alrededor.

domingo, 20 de enero de 2013

Philip Marlowe – Raymond Chandler

Los Ángeles, años 40, Philip Marlowe tiene 33 años y trabaja como detective privado. Durante un tiempo trabajó en la oficina del Fiscal del distrito, pero fue despedido por insubordinación. Siempre rechaza los casos de divorcio y sólo se ocupa de investigaciones razonablemente honradas: un chantaje, una esposa o un hermano desaparecidos, un seguimiento, ayudar a un ex-mafioso a escapar del Sindicato... marcan el comienzo de historias que siempre resultan más complejas de lo que parecen.

Marlowe se mueve de un lado a otro de Los Ángeles y sus alrededores, primero en un Chrysler y luego en un Olds, haciendo toda clase de preguntas a toda clase de personas. Lleva siempre encima una botella de whisky y un fajo de billetes de un dólar para ayudarles a soltar la lengua. No usa la violencia salvo como un medio para defenderse y tiene que defenderse bastante a menudo.

Su relación con los policías es ambigua, es respetado por algunos y odiado por otros.

Es moreno y robusto. Irónico, sarcástico, honesto, decente, duro, tierno, no parece conocer el miedo. Dice de si mismo que habla demasiado como muchos hombres solos.

Tiene una pequeña oficina en el Edificio Caluenga en Hollywood Boulevard. Philip Marlowe Investigaciones está escrito en negro en la puerta de cristal esmerilado. Está amueblada con tres archivadores verdes, una alfombra gastada, un sillón y una mesa. Vive en el apartamento 428 del Edificio Bristol y más tarde se traslada a una casa en Yucca Avenue en Laurel Canyon. En su tiempo libre le gusta estar en casa, jugar solo al ajedrez, tomar un trago largo y frío o fumarse una pipa con silencio y tranquilidad. Bebe bastante, aunque no hasta el punto de que el alcohol sea un problema.

En "La hermana pequeña" una chica de Manhattan (Kansas) le pide ayuda para encontrar a su hermano que trabajaba en Bay City y del que hace meses que no tiene noticias.

"He tenido demasiadas mujeres para tener una buena mujer" le dice a Anne Riordan en "El lápiz". Es quizás una excusa, ya que Marlowe desprecia a los mujeriegos. En otros lugares dice que a las mujeres que le gustaban como esposas él no les gustaba. Anne es diferente al resto de mujeres que abundan en sus libros: sincera, eficiente, colabora con él y le adora. Podría haber sido su perfecta compañera, pero el protagonista prefiere seguir su camino en solitario.

En Poodle Springs, le encontraremos casado con una millonaria que hará su vida muy diferente.

Comentario personal

Para escribir esta entrada he leído "La dama del lago" y "El lápiz" y más tarde "La hermana pequeña". Es difícil obtener un perfil físico y psicológico de Philip Marlowe. Sus casos se desarrollan en primera persona y sólo podemos deducir su personalidad de su conducta y actuaciones. El protagonista cuenta lo que hace y lo que piensa del caso, pero evita los comentarios subjetivos y las reflexiones sobre si mismo son escasas.

Chandler retrata fotográficamente lugares y ambientes. Con el recorremos un Los Ángeles que ya ha desaparecido. Una época en que los hombres llevan sombrero y encienden cerillas con la uña y las mujeres destilan elegancia a la vez que infelicidad. A pinceladas refleja los contrastes entre un mundo en guerra y unos jóvenes compitiendo con sus motoras en el lago de Puma City o los "honrados" habitantes de Bay City que ignoran que al otro lado de las vías del tren vive gente en la más absoluta miseria.

Crea unos personajes que se convertirán en arquetipos fundamentales de la novela negra: el marido honrado, la mujer fatal, el poli malo... Una policía con su propia ley, a medio camino entre el bien y el mal, como un compromiso adquirido con el mal para que este no sobrepase sus límites, utilizados por los políticos y rechazados por aquellos a quienes defienden.

La trama de "La hermana pequeña" me ha resultado muy repetitiva y lineal, da vueltas y vueltas sobre los mismos puntos e intenta sorprendernos con un truco final.


Novelas de Philip Marlowe
  1. El sueño eterno (The Big Sleep, 1939)
  2. Adiós, muñeca (Farewell, My Lovely, 1940)
  3. La ventana alta/La ventana siniestra (The High Window, 1942)
  4. La dama del lago (The Lady in the Lake, 1943)
  5. La hermana pequeña (The Little Sister, 1949)
  6. El largo adiós (The Long Goodbye, 1953)
  7. Playback /Cocktail de barro (Playback, 1958)
  8. La historia de Poodle Springs (Poodle Springs/The Poodle Springs Story, 1959) - Terminada por Robert B. Parker en 1989

Relatos cortos
  • El confidente (Finger man, 1934)
  • El lápiz (The Pencil/Marlowe Takes on the Syndicate/Wrong Pigeon/Philip Marlowe's Last Case, 1959)
Todo Marlowe (Incluye todas las novelas de Marlowe, salvo Poodle Springs, y los dos relatos cortos) 


Películas 
  • Historia de un detective (Murder my Sweet, 1944). EEUU. Director: Edward Dmytryk. Guión: John Paxton, basado en “Adiós, muñeca”. Intérpretes: Dick Powell (Marlowe), Claire Trevor (Helen Grayle/Velma Valento), Anne Shirley, Otto Kruger, Mike Mazurki (Moose Maloy)
  • El sueño eterno (The Big Sleep, 1946). EEUU. Director: Howard Hawks. Guión: William Faulkner, Jules Furthman y Leigh Brackett. Intérpretes: Humphrey Bogart (Marlowe), Lauren Bacall (Vivian Rutledge), John Ridgely (Eddie Marsh), Martha Vickers (Carmen Sternwood), Dorothy Malone, Charles Waldron (General Sternwood)
  • La dama del lago (The Lady in the Lake, 1947). EEUU. Director: Robert Montgomery. Guión: Steve Fisher. Intérpretes: Robert Montgomery (Marlowe), Audrey Totter (Adrienne Fromsett), Lloyd Nolan, Tom Tully, Leon Ames (Derace Kingsby)
  • The Brasher Doubloon, 1947. EEUU. Director: John Brahm. Guión: Dorothy Hannah, basado en “La ventana alta”. Intérpretes: George Montgomery (Marlowe), Nancy Guild (Merle Davis), Conrad Janis, Roy Roberts, Fritz Kortner, Florence Bates, Marvin Miller
  • Marlowe, detective muy privado (Marlowe, 1969). EEUU. Director: Paul Bogart. Guión: Stirling Silliphant basado en “La hermana pequeña”. Intérpretes: James Garner (Marlowe), Gayle Hunnicutt (Mavis Wald), Carroll O'Connor, Rita Moreno (Dolores Gonzáles), Sharon Farrell, William H. Daniels, H.M. Wynant, Jackie Coogan
  • El largo adiós (The Long Goodbye, 1973). EEUU. Director: Robert Altman. Guión: Leigh Brackett. Intérpretes: Elliot Gould (Marlowe), Nina Van Pallandt (Eileen Wade), Sterling Hayden (Roger Wade), Mark Rydell, Henry Gibson
  • Adiós, muñeca (Farewell, My Lovely, 1975). EEUU. Director: Dick Richards. Guión: David Zelag Goodman. Intérpretes: Robert Mitchum (Marlowe), Charlotte Rampling (Helen Grayle), John Ireland, Sylvia Miles, Anthony Zerbe, Harry Dean Stanton, Jack O'Halloran
  • Detective privado (The Big Sleep, 1978). EEUU. Director: Michael Winner. Guión: Michael Winner. Intérpretes: Robert Mitchum (Marlowe), Sarah Miles, Richard Boone, Candy Clark (Camilla Sternwood), Joan Collins, Jimmy Stewart, Oliver Reed
  • Poodle Springs, 1998. Película para TV. EEUU. Director: Bob Rafaelson. Guión: Tom Stoppard. Intérpretes: James Caan (Marlowe), Dina Meyer (Laura Jackson Parker), Joe Don Baker, David Keith
  • Marlowe, 2007. Película para TV. EEUU. Director: Intérprete: Jason O'Mara (Marlowe)

Series de TV

  • The Long Goodbye, 1954. Episodio de la serie Climax!. EEUU. Intérprete: Dick Powell (Marlowe)
  • Philip Marlowe, 1959-1960. Serie de TV de 26 episodios. EEUU. Intérprete: Philip Carey (Marlowe)
  • Philip Marlowe (Philip Marlowe, Private Eye, 1984-1986). Serie de TV de 11 episodios. Inglaterra/Canadá. Intérprete: Powers Boothe (Marlowe)
  • Red Wind, 1995. Episodio de la serie Fallen Angels. EEUU. Directora: Agnieszka Holland. Intérprete: Danny Glover (Marlowe)

El autor

Raymond Thornton Chandler nació en Chicago en 1888. Tras el divorcio de sus padres se trasladó a Londres con su madre en 1900. Estudió en el Dulwich College de Londres. Entre 1906 y 1907 vivió en Francia y Alemania. En 1907 vuelve a Inglaterra, obtiene la nacionalidad y comienza a trabajar en el Almirantazgo. Trabaja brevemente como periodista en el “Daily Express” y la "Western Gazette", escribe varios poemas, ensayos y traducciones.

Vuelve a Estados Unidos en 1912 y se instala en Los Ángeles. Desempeña varios trabajos, principalmente de teneduría de libros. En agosto de 1917 se alista en el ejército canadiense y participa en la 1ª Guerra Mundial en las trincheras de Francia, posteriormente es transferido a la Royal Air Force donde comienza su entrenamiento como piloto. Tras el armisticio vuelve a Estados Unidos.

En 1919 comienza su relación con Pearl Cecily (Cissy) Pascal, casada y 18 años mayor que él, que pronto se divorciará de su marido. A la muerte de la madre de Chandler, que se oponía a su relación, contraen matrimonio en 1924.

Trabaja para Dabney Oil Syndicate desde 1922 y pronto asciende a Vicepresidente. Diez años después es despedido a causa de su alcoholismo, absentismo y acoso a su personal.

A partir de 1933 comienza a escribir relatos cortos para la revistas pulp como "Black Mask" y "Dime Detective". Con 50 años, escribe “El sueño eterno”. Al comienzo de 2ª Guerra Mundial intenta alistarse de nuevo en el ejército, pero es rechazado. En 1943 firma un contrato como guionista en Hollywood y junto con Billy Wilder realiza la adaptación de Double Indemnity (Perdición) de James Cain. En 1945 escribe el guión de The Blue Dalia (La dalia azul), tras un periodo de abstinencia, incapaz de escribir, vuelve al alcohol para recuperar la inspiración.

En 1954 muere su mujer y Chandler se refugia en la bebida y sufre depresiones que desembocan en intentos de suicidio. En los años posteriores viaja a Chicago, Nueva York, Londres, Madrid y Tánger. Es hospitalizado frecuentemente a causa de su alcoholismo y tiene problemas de impuestos con los gobiernos de EEUU e Inglaterra. Muere de una neumonía en La Jolla, California el 26 de marzo de 1959. En 1989 Robert B. Parker, el autor de Spenser, terminó la obra inacabada Poodle Springs.

Otros libros:

Relatos cortos 
  • Los chantajistas no disparan / Los chantajistas no matan (Blackmailers Don't Shoot, 1933)
  • Smart-Aleck Hill, 1934
  • Asesino bajo la lluvia /Asesino en la lluvia (Killer in the Rain, 1935)
  • Gas de Nevada (Nevada Gas, 1935)
  • Sangre española (Spanish Blood, 1935)
  • Guns at Cyrano's, 1936
  • El hombre que amaba a los perros (The Man Who Liked Dogs, 1936)
  • Noon Street Nemesis / Pick-Up On Noon Street, 1936
  • Peces de colores (Goldfish, 1936)
  • El telón (The Curtain, 1936)
  • ¡Busquen a esa muchacha! (Try the Girl, 1937)
  • El jade del mandarín (Mandarin's Jade, 1937)
  • Viento rojo (Red Wind, 1938)
  • The King in Yellow, 1938
  • Blues de Bay City / Tristezas de Bay City (Bay City Blues, 1938)
  • The Lady in the Lake, 1939
  • Pearls Are a Nuisance, 1939
  • Los problemas son mi negocio (Trouble Is My Business, 1939)
  • I'll Be Waiting, 1939
  • La puerta de bronce (The Bronze Door, 1939)*
  • No hubo crimen en las montañas (No Crime in the Mountains, 1941)
  • El rapé del profesor Bingo (Professor Bingo's Snuff, 1951)*
  • Verano inglés (English Summer, 1957)* 
Varios de estos relatos cortos, protagonizados por los detectives Carmady, Mallory, John Dalmas, fueron "reutilizados" al escribir sus novelas de Philip Marlowe.

Otros
  • Perdición (Double Indemnity, 1944) - Guión escrito con Billy Wilder, basado en la novela de James M. Cain
  • El simple arte de matar (The Simple Art of Murder, 1944 – revisado en 1950) - ensayos y relatos cortos
  • Writers in Hollywood, 1945 - Artículo
  • La Dalia Azul (Blue Dalia, 1945) - Guión original
  • Oscar Night in Hollywood, 1948 – Artículo
  • Strangers on Train, 1951 - Guión escrito con Czenzi Ormonde, basado en la novela de Patricia Highsmith
  • Una pareja de escritores (A Couple of Writers, 1951) - autobiográfico
  • Ten Per Cent of Your Life, 1952
  • El simple arte de escribir. Cartas y ensayos escogidos (The Raymond Chandler Papers: Selecter Letters and Non-Fiction, 1909-1959)
Fuente: Alice Silver

martes, 3 de julio de 2012

Marlowe, anatomía de un duro

Decía Raymond Chandler, no sin afectación, que no creía que a su amigo Philip Marlowe le interesara mucho saber si era dueño o no de una mente madura. Reconocía que ése tampoco era un tema que le preocupara a él… inventor de Marlowe. También se animaba a opinar que, si estar en desacuerdo con una sociedad corrupta es ser inmaduro, luego su detective era severamente inmaduro. Marlowe fue para los lectores que iban más allá de la peripecia de las novelas que lo tenían como protagonista, generalmente “inmaduros”, un consuelo, un sueño soñado e irrealizado, como todo ideal utópico, el del perdedor ganado para la causa. Chandler hizo que Marlowe naciera en Santa Rosa, al norte de San Francisco, una pequeña localidad que se hizo conocida porque en sus calles fue filmada La sombra de una duda, de Hitchcock, con Joseph Cotten, un rostro que bien pudo aportar algo al de Marlowe, no descripto en ninguna de las siete novelas que protagoniza ni en los cuentos donde aparece, el más cercano a la ironía con la que Marlowe nos hace reír. Varios actores lo encarnaron en las versiones cinematográficas, pero los que nos hacen ensoñar la verdad o sus cercanías fueron Humphrey Bogart en El sueño eterno (1946) y Robert Mitchum en Adiós, muñeca (1975), dos extremos que sólo confluyen en un suave escepticismo y el modo de fumar y beber. Chandler quería a Cary Grant para su personaje, se equivocaba. Pero entre muchas verdades Chandler formulaba una significativa: «El detective de mis novelas es una creación ilusoria que vive y habla como un hombre verdadero. Hasta puede ser realista en muchos sentidos menos en uno: en la vida real, tal y como la conocemos, un hombre como él no sería detective privado». Haciendo de Marlowe un detective privado, su autor evita la necesidad de justificar sus contingencias. Un personaje imposible, acaso el más real, el más humano de cuantos habitan la literatura policial, que es un mundo, un espacio de corroboración y aceptación del miedo y la sed de justicia. El lector se compromete con Philip Marlowe y se hace una idea de sus soledades y los ritos inconstantes con que trata de paliarla, sin quejarse. Cuando empieza a protagonizar las novelas de Chandler, Marlowe tiene poco más de 30 años. En la última, Playback , se acerca a los 50; envejece como si no fuera un personaje, más bien como su autor. Como personaje es ingrávido, pero sabemos que mide algo más de un 1,80 m y pesa 93 kilos, un tipo alto para la época, pesado pero ágil, al menos en El sueño eterno y Adiós muñeca . Después, con el desencanto se hará más reflexivo y por lo tanto menos raudo: en El largo adiós pone en funcionamiento extremo su cabeza a la vez que muestra sus sentimientos; allí tiene más la cara que le prestó Mitchum que la de Bogart. Chandler se ocupa de darnos a entender que su Philip no se muestra como un duro, pero en todas sus novelas, salvo quizá en Playback , nos indica que si le hacen cosquillas, o el caso lo requiere, puede ser tan extremo como Sam Spade, el desenvuelto detective de Dashiell Hammett también interpretado por Bogart. En casi todas sus apariciones alude a unos anteojos de sol con marco oscuro, pero no es una particularidad porque en Los Angeles los usaba todo el mundo. Viste con sobriedad, pero sin refinamiento porque no tiene dinero para gastar en ropa; también suele aludir al piyama, quizá una agudeza del autor que así confiere a su noche cotidiana un grado de vulnerabilidad que no pueden paliar ni la lengua afilada ni las armas de las que se sirve con moderación: una Lüger al principio, varios revólveres Colt y una misteriosa Browning, pistola belga de gran fama. Marlowe, que nos relata sus propias historias en primera persona, nunca se detiene a limpiar sus armas, ni las considera custodia de su seguridad personal. Entre sus confesiones está la del entusiasmo por el ajedrez, que no juega con nadie, sino contra un libro de jugadas que le permite intervenir en una partida de campeonato entre Gortchakoff y Meninkin (ambos ajedrecistas imaginarios), que resulta en tablas después de setenta y dos movimientos. Tal es la afición de Marlowe que sólo en Adiós muñeca no alude a las piezas y el tablero. Cuando se dispone a jugar también prepara una pipa, placeres de hombre solo; terminada la partida puede servirse un vaso de whisky; la bebida que él mismo hará famosa, el gimlet , aparecerá tardíamente y en la mejor novela de Chandler, El largo adiós ; una combinación de lima y gin que compartirá con su amigo Terry Lennox. Marlowe también fuma cigarrillos, sobre todo en presencia de mujeres: ama el género pero por alguna razón no dicha está desencantado y se siente atraído “generalmente por razones carnales”, aunque llegará a enamorarse. ¿Dónde vive Philip Marlowe? ¿Dónde se repite, reflexiona, juega al ajedrez y se pone el piyama? En El sueño eterno , según insinúa Chandler en Raymond Chandler Speaking , vivía en un departamento de un ambiente con una cama plegable contra la pared y de las que en la parte baja tienen un espejo. Después pareció haberse mudado a un departamento que se parece al que en aquella novela ocupaba un personaje llamado Joe Brody. Chandler opina que si se trata de la misma vivienda Marlowe la ocupa porque habiéndose cometido en ella un homicidio, el alquiler es bajo. Finalmente lo encontramos en una casa en Laurel Canyon, en la avenida Yucca. En cuanto a su oficina, allí donde responde al teléfono y recibe clientes (inquietantes son siempre las apariciones de mujeres), está ubicada en un sexto piso y es modesta. No tiene secretaria y, aunque en la última novela se insinúa que acaso sí en el futuro, la intención quedó trunca con la muerte del autor y, en consecuencia, la desaparición de Marlowe. Reapareció en cine y en la primera novela de Osvaldo Soriano, pero siempre a modo de espectro. Marlowe era carne en manos de Raymond Chandler y de sus apasionados lectores, que son relectores y atesoran citas y rememoraciones. Es tan real Marlowe que el desarrollo de sus casos, y la consabida resolución, tiene importancia accesoria; más queremos saber cómo es, como respira y duerme, cómo fuma y contesta los ingeniosos engaños de clientes y policías, que cómo termina el asunto. Porque en realidad no queremos que termine, nos gusta estar con él e intuir qué va a decir, cómo va a reaccionar. Para el lector de novelas policiales, Marlowe fue una revelación que lo alejaba de las deducciones inteligentes y británicas y lo acercaba al clima salvaje de las novelas realistas estadounidenses, Marlowe bien podría estar inserto en la multitud de Manhattan Transfer , de John Dos Passos y, ciertamente, se proyecta en el Lew Archer de Ross McDonald, a quien imaginamos menos intenso y más pulcro, y en los protagonistas suicidas de Charles Williams o los de Horace McCoy. A los frecuentadores de Marlowe les sucede algo extraño con las novelas de esos autores, siempre aparece la sombra de aquel personaje que en la vida real no hubiera sido detective privado, pero nunca su rostro, conjetural como el ajedrez.

Fuente

sábado, 12 de junio de 2010