sábado, 12 de junio de 2010

viernes, 11 de junio de 2010

Chandler Movies

Movies Written By Chandler

Double Indemnity (1944)

Starring: Fred MacMurray, Barbara Stanwyck
Director: Billy Wilder
Producer: Joseph Sistrom
Screenplay: Chandler and Billy Wilder

And Now Tomorrow, Paramount, 1944
Starring: Alan Ladd and Loretta Young
Director: Irving Pichel
Producer: Fred Kohlmar
Screenplay: Chandler and Frank Partos

The Unseen, Paramount, 1945
Starring: Joel McCrea, Gail Russell, and Herbert Marshall
Director: Lewis Allen
Producer: John Houseman
Screenplay: Chandler and Hagar Wilde

Blue Dahlia (1946)
Starring: Alan Ladd, Veronica Lake
Director: George Marshall
Producer: John Housemane

Strangers on a Train (1951)
Starring: Farley Granger, Ruth Roman
Director: Alfred Hitchcock


Movies based on Chandler's Novels

The Falcon Takes Over, RKO, 1946
Screenplay: Lynn Root and Frank Fenton
Based on Farewell, My Lovely

Time To Kill, 20th Century-Fox, 1942
Screenplay: Lynn Root and Frank Fenton
Based on The High Window

Murder, My Sweet, Paramount, 1945
Starring: Dick Powell
Director: Edward Dmytryk
Screenplay: John Paxton
Based on Farewell, My Lovely

The Big Sleep (1946)
Starring: Humphrey Bogart, Lauren Bacall
Director: Howard Hawks

Lady in the Lake (1946)
Starring: Robert Montgomery, Lloyd Nolan
Director: Robert Montgomery

The Brasher Doubloon, 20th Century-Fox, 1947
Screenplay: Dorothy Hannah
Based on The High Window

Marlowe (1969)
Starring: James Garner, Gayle Hunnicutt
Director: Paul Bogart
Based on The Little Sister

The Long Goodbye (1973)
Starring: Elliott Gould, Sterling Hayden
Director: Robert Altman

Farewell, My Lovely, Avco Embassy, 1976
Starring: Robert Mitchum, Charlotte Rampling
Director: Dick Richards
Screenplay: David Z. Goodman

The Big Sleep (1978)
Starring: Robert Mitchum, Sarah Miles
Director: Michael Winner

miércoles, 9 de junio de 2010

Philip Marlowe, desencantado y ácido

Philip Marlowe es un personaje con un origen poco prestigioso: las revistas baratas de narrativa criminal. La biografía de Marlowe se encuentra dispersa en sus libros. Nació en la ciudad de Chicago y murió en La Jolla, California. Jamás habló de sus padres y después de coquetear con varias mujeres, a veces con riesgo para su vida, terminó por casarse; antes de convertirse en detective privado, trabajó como investigador de una compañía de seguros y otra petrolera, como periodista y ayudante de un fiscal en Los Angeles, un empleo que perdió por mostrarse eficaz "en un sitio en que eficiencia era lo menos que le importaba al que estaba a cargo". Marlowe surgió de otros personajes que protagonizaron relatos anteriores de Chandler y, sobre todo, como decantación de una voz narrativa de extraordinaria eficacia. La narración en primera persona es una de las claves de su fuerza, tanto por el efecto de proximidad que se produce con el lector como porque condensa el programa estético del autor: una situación en la que el misterio se develara por medio de la exposición y la comprensión de un único personaje. En "El confidente" puede encontrarse el abecé del escritor y su personaje. Marlowe es testigo en un juicio por asesinato que involucra a un político ligado con la prostitución y el juego; pese a las pruebas la justicia desiste de la acusación. Una mujer atractiva y peligrosa lo lleva al centro de una telaraña en la que intentan adjudicarle un crimen. El orden podrá ser restablecido, sin que necesariamente intervenga la justicia, "un mecanismo imperfecto"; y es un orden aparente y frágil, permeable al dinero y a los manejos de los poderosos. Chandler elaboró su visión del género a partir de la obra de Dashiell Hammett y dio forma así a una ruptura en el policial. La novela de enigma cedió lugar a un relato en que la historia era más importante que el misterio y donde los personajes hablaban con el lenguaje de la calle. La figura de Marlowe fue central en ese desplazamiento, al mostrar la irrealidad del detective aficionado, el que resolvía los casos en base a la deducción y la lógica. Sin embargo, en literatura no hay progreso, y algunas variantes actuales del policial retornan al antiguo relato de misterio. Con sus crímenes remotos, y sus rompecabezas laboriosamente construidos, novelas como Los hombres que no amaban a las mujeres , de la trilogía Millenium (Stieg Larsson), y Las marismas , del escritor islandés Arnaldur Indridason, vuelven a poner los enigmas en un jarrón veneciano, como decía Chandler para criticar los argumentos de la novela tradicional. El realismo no hizo más verosímil a la novela negra norteamericana. El propio Chandler reconocía que, pese al carácter de sus historias, Marlowe era un personaje de fantasía y que los investigadores de la vida real resultaban más prácticos, y menos interesantes. Era difícil pensar que un detective ayudara a escapar a un prófugo de la justicia, como hace Marlowe en El largo adiós , o que siguiera a un ex presidiario demente en la búsqueda de una mujer, como ocurre en Adiós, muñeca . El sentido del fracaso y la conciencia que impulsan a Marlowe –una conciencia individual que desenmascara aquello que se le pone delante–. Pero son esas actitudes y esos rasgos lo que hicieron convincente al personaje, no su mayor o menor adecuación con algún modelo. La conciencia de Marlowe dispara frases que, tantos años después, siguen interpelando a los lectores: "Tenemos mafias y sindicatos del crimen y asesinos a sueldo porque tenemos políticos corruptos y a sus secuaces en el ayuntamiento y en la asamblea legislativa. El delito no es una enfermedad, es un síntoma", dice el detective en el final de El largo adiós.

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